Geografía
El Municipio Zea se encuentra ubicado al suroeste del Estado Mérida, presenta dos zonas diferenciables, el norte y centro del territorio ocupan un relieve montañoso bajo a unos 300 metros de altitud con vegetación de bosque húmedo tropical, en la zona sur las elevaciones son desde los 600 msnm hasta los 1.800 msnm en el páramo de Mariño. La temperatura promedio anual es de 22ºC con precipitaciones anuales de 1390mm. Los principales cursos de agua son los ríos Guaruríes y con sus patas. Este artículo resume algunos aspectos de la geografía del municipio Zea, en consideración a que el 29 de diciembre recibirá de nuevo a miles de coterráneos que por tener tiempo fuera del ambiente nativo repasarán sus paisajes y se sorprenderán gratamente de los cambios habidos en su ausencia. Tiene otro interés especial: orientar la enseñanza de las especificidades paisajísticas de acuerdo con las exigencias de los nuevos currículos escolares. Localizacón y límites naturales El municipio Zea, desde el punto de vista orográfico y geomorfológico, forma parte del Macizo de Tovar, ramal cordillerano andino limitado por los ríos Mocotíes, La Grita y Escalante que nacidos en los páramos de La Negra y Batallón, van a morir en el sur del Lago de Maracaibo. La parte merídeña de ese Macizo montañoso se sitúa en el sector más suroccidental del Estado, de modo que el municipio Zea comparte ese territorio con los municipios Rivas Dávila, Tovar y Pinto Salinas. En la parte montañosa sirven de límites naturales y municipales las divisorias de aguas de las cuencas principales. Así, con el estado Táchira el límite está definido por las filas que separan los ríos Escalante y Guaruríes. Con el municipio Tovar la divisoria de aguas entre el Mocotíes y el Guaruíes, y entre éste y el río Culegría. Con el municipio Pinto Salinas el límite natural es el río Culegría, afluente del Onia. En la parte llana, ocupada enteramente por la parroquia Caño El Tigre, los límites Este y Oeste están definidos por los ríos Guaruríes y Escalante, respectivamente, hasta cruzar la carretera Panamericana, la cual, a su vez sirve de límite Norte. Superficie territorial El nuevo mapa del municipio Zea, elaborado de acuerdo con lo indicado en la Ley de División Político Territorial de 1992, año que le certificó la nueva partida de nacimiento, le asignó una superficie de 128 km2, de los cuales 32 Km2 pertenecen a la parroquia Caño El Tigre. El relieve y sus sectores Las diferencias altitudinales del relieve permiten definir tres sectores o zonas de vida: alta o montañosa, media o de piedemonte y baja o de tierra llana. 1. Sector alto o montañoso Sus costas altitudinales van desde los 1.700 ajos 1.000 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m), desde el páramo de Marino hasta prácticamente el poblado de Zea. Sus aldeas y caseríos más importantes son; Mesas de San¬ta Rita, Miraflores, San Agustín, La Varita, El Portachuelo, El Playón, La Cuchilla, Morro Negro, San José, Las Cocuizas, El Paramito, La Llorona y La Platina, todas de clima subhúmedo mesotérmico sobre pendientes entre 25% y 60%, y en vertientes de suelos variables dada la diversidad de formaciones geológicas que las conforman, por lo general con propiedades agrícolas para la caficultura moderna, apio, caña y la ganadería extensiva. Donde encuentran condiciones orográficas más abrigadas, protegidas porvegetaciones boscosas y preñadas de fuentes de agua con canales de escurrimiento torrentoso, los efectos de las lluvias se potencian originando las crecidas. El Paramito, La Honda, Mesas de Mariño, El Portachuelo y La Cuchilla hasta Las Lagunas parecen definir un límite de verdaderas zonas torrenciales pues allí se dan las mayores descargas lluviosas que corriente abajo aumentan el poder de arrastre de las quebradas. En efecto, en los períodos lluviosos se presentan anualmente las crecidas y sus impactos más conocidos sobre: caminos, puentes, taludes y carreteras. La cumbre más famosa es la de Morro Negro y La Cuchilla del Niño por ser el lugar escogido para adorar al Niño Dios de los zedeños. Por eso el toponímico y el santo juegan con sus nombres: Cuchilla del Niño y Santo Niño de La Cuchilla. Se trata concretamente de uno de los pasos o collados sobre la fila montañosa que divide las aguas o cuencas de los ríos Guaruríes y Escalante; por lo tanto, se trata de una vía o acceso natural seguido por uno de los primeros caminos reales trazados para unir a Tovar y Zea con la Tierra Llana a través de Las Cocuizas, y que a la altura de Las Tiendas se enlazaba con el camino que venía de La Grita - Pueblo Hondo - San Simón -Hernández para continuar con rumbo Norte hacia La Tendida y finalmente Puerto Escalante. En este pequeño puerto de cabotaje convergían otros caminos tachírenses y merideños que lo utilizaban para el trasbordo de los productos agrícolas andinos y las mercaderías importadas de Europa que se intercambiaban en el Puerto de Maracaibo. Siguiendo la divisoria de aguas, doscientos metros al sur del Santuario del Niño se encuentran los despojos casi extinguidos de la única laguna del territorio zedeño. En efecto, la vegetación acuática de algas y nenúfares o "paticos" de hojas anchas y flores azuladas, blancas, amarillas y rosadas se extendió por todo el espejo de agua abriendo espacio a la invasión de helechos arborescentes y juncos "henea11 de cuyos largos tallos hacen las esteras que aun se utilizan como colchón de catre. Las multicolores orquídeas y las moradas lilas se combinan abigarradamente dentro del conjunto contribuyendo a la formación de un nuevo atractivo natural que será potenciado por el programa de servicios turísticos que adelanta la Alcaldía, y acompañan pequeños pero hábiles comerciantes locales. Por las mismas razones y voluntades cada nuevo seis de enero se acrecienta el número de fíeles y visitantes, que custodiados por operativos de seguridad, acompañan el regreso del Santo Niño a su Santuario, después de veranear por una semana en la Iglesia de Nuestra Señora de las Mercedes y casas del pueblo. 2. Piedemonte o sector medio En las características geomorfológicas predominan las montañas y lomas cortadas por valles encajonados en forma de "Y": pero en su recorrido los ríos erosionan progresivamente las vertientes y ensanchan los valles formando los terrenos denominados de piedemonte, cuyas pendientes van de 15% a 30 %. El área piemontina, localizada entre los 1.000 y 500 m.s.n.m, ocupa una extensión de aproximadamente 7.000 hectáreas; es decir, un poco más de la mitad del territorio municipal. Tanto en las estribaciones y terrenos coluviales - depositados por deslizamientos de tierra - así como en los abanicos aluviales de pendientes moderadas, se desarrollan suelos profundos y arcillosos con alta capacidad de retención de humedad. Estas características los hacen aptos para el desarrollo de una agricultura mixta, café, cambur y caña; sin embargo, siempre predomina la caficultura. En este sector se encuentra el centro poblado de Zea, más exactamente a los 950 m.s.n.m. del valle que forman las quebradas de El Playón y Murmuquena hasta su confluencia en Agua Linda. Lo forman además, y siguen hacia el norte, los terrenos de los alrededores inmediatos que dan lugar a San Pedro, San Miguel, La Cuadra, La Florida, El Topón y San José Bajo. Le siguen al nordeste: El Cinco, Santa Bárbara, Tres Esquinas, El Chuco, Palmarito, Los Giros, Bejuquero, La Culebra y Culegría Arriba, todos aptos para la caficultura y la ganadería tradicional, si nos atenemos a los tamaños medios y rendimientos limitados de sus reses. El sitio o asentamiento de la capital zedeña El artista que diseñó el monumento a los fundadores de Zea interpretó bien que se trataba de laboriosos campesinos dispuestos a reproducir la riqueza natural de un valle semiplano, suelos fértiles y extremadamente húmedos. Lamentablemente en ese valle húmedo murmuquense la leishmaniasis tiene su mejor nido. Desde el punto de vista geomorfológico e hidrográfico el sitio de Zea es un valle de ahogamiento por cuanto las dos quebradas que lo bordean, discurren muy juntas, y los respectivos flancos montañosos prácticamente les cierran el paso aproximadamente a un kilómetro abajo de su confluencia. Al sur, en el extremo opuesto, el valle se alimentaba con las aguas de un caño que nacía en la loma de Los Adriani, pero la tala y mal uso lo convirtió en un torrente que aparece sólo con las lluvias. Afortunadamente el conjunto hidrográfico nutre una capa freática casi superficial con enormes posibilidades de ser aprovechada como fuente de consumo, una vez que se agoten los afluentes montañeros acosados por la mala gestión en la conservación de las cuencas. Quienes conocieron los desastres de las crecidas de los años 1950 y 1951, y han visto los brotes de agua, casi manantiales, que aparecen en algunas casas de Zea después de copiosas lluvias, entenderán con mayor facilidad el problema de riesgo por inundación y, por lo tanto justifican el temor ante el eventual retorno de crecidas excep¬cionales. El casco urbano de Zea Es de forma triangular con tendencia a la romboidal porque las edificaciones están progresivamente posesionándome de un cuarto ángulo en el sector de El Campito y él Cementerio. Los ángulos del triángulo son: Al sur, Palmira. Al Oeste Pata de Gallina. Al Norte Agua Linda, La Cuadra y La Florida. Y las tendencias del crecimiento urbano más reciente hacia El Playón, San Pedro, La Cuchilla y San Miguel le darán forma de una estrella de cuatro picos. Los condicionantes físico - naturales de los alrededores del casco central de Zea interrumpen la continuidad del plano cuadriculado conformado por seis calles y siete carreras, bautizadas con apellidos de los héroes de la In¬dependencia Nacional o con nombres de zedeños ilustres. Las nuevas áreas construidas se han venido estructurando en planos urbanos irregulares que algunas veces están compuestos de sólo una calle o vereda, habida cuenta de la falta de espacios aptos para su ampliación, o porque simplemente están en plena formación y crecimiento. Sin embargo, todo ha sido consecuencia de la falta de un plan urbano local que oriente el trazado de la vialidad interna e indique el orden de ocupación de los nuevos espacios. Si no fuese por las condiciones naturales altamente restrictivas a la ocupación uso de la tierra, el sitio de Zea hubiese tenido y tuviera mayor espacio disponible y seguro para el crecimiento urbano. No obstante, como suele suceder en todo el país, la necesidad de techo propio y la ignorancia de las condiciones físico ambientales restrictivas animan y dan valor de atrevimiento para construir donde primero se pueda. Y si la necesidad y osadía son apoyadas por el estado y la administración pública, los nuevos barrios construidos y por construirse en lugares de alto riesgo por inundación se consolidarán ampliarán para mal los espacios urbanos. 3. Tierra liana o llanura aluvial En el cambio progresivo del relieve, de páramos a lomeríos y de colinas a piedemonte se llega al contacto con la tierra llana, cuyo territorio, entre las curvas de nivel de 500 a 100 m.s.n.m, pertenece a la parroquia Caño El Tigre, la mayor productora de cítricos de todo el estado Mérida, y de mejores rendimientos ganaderos en carne y leche. Aquí la anarquía del crecimiento en el plano potencialmente urbano no es por falta de espacio apto y seguro sino porque sus condiciones de asentamiento rural en áreas planas servidas por la carretera troncal a la Panamericana y muy próximas a El Vigía le potenciaron el crecimiento poblacional y aceleraron la construcción de viviendas y servicios comerciales, sin que la administración municipal hubiese podido controlarlo oportunamente. El resultado es una calle de diez kilómetros que llega casi hasta la Ye, y adicionalmente un malestar creciente por las víctimas del tránsito que circula por un ramal muy estrecho. Cambios y tendencias en la población Cuando se analizan las estadísticas censales, se evidencia la lenta evolución del crecimiento demográfico del municipio y del centro poblado. Durante décadas no hubo prácticamente crecimiento. Y si bien es cierto que ese com¬portamiento de crecimiento de la población es semejante al de la mayor parte de los centros poblados pequeños, andinos y de fuerte emigración, también es cierto que las restricciones ambientales del sitio limitaron el crecimiento y expansión urbana del casco central de Zea. No obstante, la autonomía municipal potenció el crecimiento demográfico y la actividad económica, en la última década, especialmente en la capital y en la Parroquia Caño El Tigre, de modo que no es errado prever que el XIII Censo General de Población finalmente le otorgará a Zea la credencial de centro urbano, y el Municipio en su totalidad alcanzará los once mil habitantes.
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